sábado, 1 de octubre de 2016

LA HISTORIA DEL ROLLS-ROYCE

     Charles Stewart Rolls era un importante empresario automotriz de comienzos de siglo, encargado de importar hacia Inglaterra autos de lujo franceses como Clémens, Panhard, Mors y Minerva. En 1902, tiene conocimiento de un pequeño fabricante de automóviles de lujo que se había ganado fama por sus modelos muy bien construidos dejando siempre a sus clientes satisfechos. Se llamaba Frederick Henry Royce. 


       Rolls toma contacto con Royce y éste último le entrega unos cuantos modelos para su análisis. Satisfecho Rolls, dejó de lado su importadora y se une a Royce para formar una empresa de autos de lujo. En 1904, con el slogan de "el mejor coche del mundo" se crea la Rolls-Royce Co. en Manchester, cuyo símbolo era una "dama volando" sobre el capó, que representaba el éxtasis. 

      Royce emplearía toda su experiencia mecánica en construir los autos y Rolls toda su logística y contactos para venderlos. El primer modelo, el 30 CV, fue todo un éxito. La nueva marca ya traspasaba las fronteras haciendo honor a su adjetivo, y los sólo la clase más acomodada podía adquirir estos lujosos pero carísimos autos. Con el "Silver Ghost", la marca llegó hasta los países árabes. En 1908, fundaron una nueva fábrica en Derby. Pero Charles Rolls no pudo seguir con la empresa al morir trágicamente dos años después. En 1931, buscando la expansión, se compra la Bentley Motors, empresa que hoy es considerada la prima hermana de Rolls-Royce; y para 1939, se adquirió la carrocera Mulliner Park Ward Limited. 


   Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, muchas fábricas inglesas fueron conminadas a construir material bélico. Rolls-Royce se encargó de la construcción de motores para aviones. La calidad de esta maquinaria fue tan buena como sus autos, y el éxito es tal que hasta ahora se construyen motores de avión. Incluso más de un osado intentó romper la barrera del sonido con motores y turbinas de avión de la marca de Manchester. 


    En los años cincuenta, los Rolls-Royce sólo podía ser comprados por los más altos representantes políticos de los países más poderosos sólo por cuestiones de imagen. Y según los entendidos, "el mejor coche del mundo" alcanzó su máxima expresión con el inigualable Silver Cloud. Pero la crisis del petróleo afectó mucho a la fábrica años después, teniendo que "extender" su mercado al aceptar como compradores a los simples mortales pero con un buen fajo de dinero en manos. En 1971, se forma una nueva compañía: Rolls-Royce Motor Cars Ltd. Esto significó la desvinculación con la división de motores para aeronaves. Luego empezaría la crisis económica que casi lo llevó a la quiebra. 

   A pesar de que la clase y el lujo característicos de la marca no se perdieron, era obvio que ya no podía mantenerse por sí solo. De tener fábricas tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, Rolls-Royce terminó atrincherándose en su fábrica en Crewe. El grupo Vickers, el dueño de la marca a principios de los noventa, no pudo levantar la crisis financiera que estaba por consumir la marca. Así, en los noventa las ventas cayeron en más del 50% y ya muchos pensaban en su innminente bancarrota. La mecánica no había variado mucho en los últimos 40 años y por más lujosos que fueren no podía competir contra los superlujosos modernos. A Vickers no le quedó otra que vender a la marca para no perderla para siempre. 

   Así, los imperios automotrices Volkswagen y BMW fueron los interesados. Luego de varias controversias, Rolls-Royce Bentley Motorcars pasó a manos de Volkswagen en 1998; pero con una cláusula muy beneficiosa para BMW que le daba el derecho de reclamar la firma Rolls-Royce para el 2003. De esta manera, con Volkswagen para Bentley y Rolls-Royce para BMW, ambas empresas serán separadas luego de 72 años. Aparte, la fábrica de Crewe quedará solo para la construcción de Bentleys, mientras que para la empresa de "los mejores autos del mundo" le espera una moderna planta en Goodwood, al sureste de Inglaterra. 

   Rolls-Royce ya no corre peligro, y por el contrario, volverá a su época de máximo resplandor como constructor de autos superexclusivos dignos de los personajes más poderosos del mundo.
LA HISTORIA DEL ASTON MARTIN

      Aston Martin, prestigiosa marca de automóviles deportivos de lujo ingleses, nació en 1913, gracias a Lionel Martin, quien le puso el nombre a que en ese mismo año ganó la carrera de Aston Clinton. 


    Martin buscó a Richard Bramford para hacer la sociedad y tener los fondos necesarios para iniciar la empresa. Pero nacía en tiempos de la Primera Guerra Mundial y desarrollarse en un ambiente bélico resultó ser casi imposible: apenas si producían 14 coches por año (en comparación a los millones de Ford o GM) en la época del conflicto. Bramford, frustrado por el fracaso, se retiró del negocio y Martin tuvo que recurrir a Luis Vorov Zborowsky, un millonario polaco interesado en el novedoso negocio de los automóviles. 

      A pesar de la nueva inyección económica, Aston Martin no pudo expandirse ante la repentina muerte de Zborowsky. Esta vez sin nadie a quien recurrir, Lionel Martin estaba a punto de declarar su fábrica en bancarrota. Pero un nuevo mecenas, esta vez la familia Benson, compró la marca y nombró a Martin como Director Técnico. A pesar de que éste perdiera todo poder sobre su empresa, al menos podría verla surgir. 

     La década de los treinta significó el apogeo de la marca inglesa. Con modelos como el International, Le Mans o el Atom, Aston Martin ingresó a la fama al empezar a ganar sus primeras carreras, un enorme golpe publicitario. Pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial paralizó todo tipo de actividad, y su fábrica tuvo que cambiar sus estructuras para construir material bélico. 


     Concluida la guerra, la familia Benson ya no podía seguir manteniendo la empresa a flote y sería esta vez David Brown quien la salvara del precipicio. A su mando aparece la famosa zaga de los DB (David Brown en siglas): el DB1, DR2, DB3 y el DBR, ganaron varias versiones de Le Mans y la Mille Miglia entre fines de los cuarenta y los cincuenta. El DB4 (lanzado en 1960) alcanzó fama cinematográfica al ser el auto de uso del mítico James Bond. Luego les siguieron el DB5 y el DB6, joyas tan valoradas y exclusivas como sus antecesores. 

     En 1972, Brown le vende la Aston Martin a Company Developments y empezaría así la decadencia. Nunca pudo retomar su gloria de antaño y pasó de mano en mano casi como una empresa fantasma, sin mucho que ofrecer. No fue sino cuando Ford adquirió la compañía y sacó a la luz en DB7, la última joya de una marca que quiere y puede florecer.
LA HISTORIA DEL MASERATI

     Una de las marcas de autos más tradicionales que existen hasta el día de hoy es Maserati. Un constructor de deportivos que con el tiempo pasó a la construcción de autos en serie y a pequeña escala, que supo mantener su prestigio con el paso de los años contra viento y marea.


    Los hermanos Maserati (que en total suman siete) abren la Società Anonima Officine Alfieri Maserati en Bolonia, un 1 de diciembre de 1914 en plena disputa de la Primera Guerra Mundial, un pequeño taller destinado a la preparación de los motores Isotta Fraschini para la competencia local. Durante los primeros doce años se dedicaron a la preparación de motores hasta que construyeron uno propio, el Tipo 26, con el que ganaron la Targa Florio de 1926. Un año después dominarían el campeonato italiano a manos de Ernesto Maserati. El ganar competencias era la mejor forma de vender automóviles y la marca de Bolonia ya había logrado ese objetivo. 

    En 1929 un Maserati bate el récord de velocidad en pista al poner 246.069 km/h en un tramo de 10 kilómetros. En 1930 ganan por primera vez un Gran Premio (Trípoli). Pero no sólo estos bólidos salían victoriosos en tierra. En 1931, Conde Theo Rossi Montelera XII obtuvo el récord de velocidad sobre agua usando un motor Maserati. En ese mismo año, lanzaban su primer GT en el Salón de Milán. 


     La década de los treinta fue la época dorada de Maserati al lograr imponerse en cuanta carrera disputaban. Pero la empresa en sí necesitaba expanderse, por lo que los hermanos tomaron la dura decisión de dejar la empresa en manos de la familia Orsi en 1937. Dos años después, la fábrica deja Bolonia y se muda a Módena, lugar donde realizan sus actividades hasta el dia de hoy. El último triunfo de la época dorada fue el doblete en las 500 Millas de Indianápolis en 1939 y 1940, cuando la fábrica fue obligada a construir material bélico al ejército italiano durante la Segunda Guerra Mundial. Terminada ésta, volvió a la construcción de autos de calle y sobretodo de competencia. 

     Los primeros años de la historia de la Fórmula 1 tuvo a Maserati como uno de sus principales protagonistas. En 1953, Juan Manuel Fangio logra el segundo lugar en el campeonato, al sucumbir ante Alberto Ascari y el rival más legendario de Maserati: Ferrari. Al año siguiente, la casa de Módena se vengó y logró el campeonato a manos del "chueco de Balcarce" con el famoso 250F. 1957 fue el último año de victoria de la marca del Tridente en competencias, al llevarse Fangio su quinto título mundial, luego de vencer en un memorable GP de Alemania, considerado el mejor de todos los tiempos. En el campo de los autos de calle, el A6, el auto de batalla de esos tiempos, fue sustituido por el 3500 GT, modelo que sería el emblema de la casa hasta 1964, trayendo revoluciones tecnológicas como el sistema de inyección de combustible o los frenos de disco. 



   Luego de retirarse de las competencias (aunque no dejó de fabricar autos de carreras) la marca siguió lanzando grandes modelos deportivos, como el Sebring, el Mistral o el emblemático Quattroporte (siendo además el auto más vendido de la historia de Maserati). En la Fórmula 1, construyó motores para el team Cooper en 1966. Dos años más tarde, en 1968, Maserati se une estratégicamente con la francesa Citroën que le compró varias acciones. Por su parte, la marca del tridente desarrollaría un motor V6 para el Citroën SM. 

    En 1971, Maserati presentó el Bora, un GT con el que pensaba copar los primeros lugares del mercado; pero la crisis del petróleo hizo que Citroën abortara sus planes con la casa italiana y ésta fue vendida al grupo GEPI, de Alejandro De Tomaso. En 1972, se lanzó el Merak y una nueva versión del Quattroporte. La marca sobrevivió a los cambios y en 1982 lanzó el Biturbo. Siete años después cambia de cara y produce el Shamal, un B8 biturbo. 

   Maserati vuelve a cambiar de manos cuando FIAT comprara el 100% de las acciones en 1993, para cuatro años después entregar el control de la marca a nada menos que Ferrari, su eterno rival en las pistas durante los cincuenta. Una nueva revolución del Quattroporte, el lanzamiento del 3200 GT en 1998 y el Coupé en el 2002, le valió el relanzamiento de Maserati a una nueva era, del cual se espera vuelva a la gloria de antaño.
LA HISTORIA DEL MINI

     El mini, un pequeño auto que cautivó a toda Gran Bretaña y gran parte del mundo en los últimos 40 años, tiene una historia tan rica como para haber sido considerado el auto inglés del siglo XX. 


    La década de los cincuenta fue muy difícil para Europa. La reconstrucción luego de la Segunda Guerra Mundial había obligado a las diferentes casas automotoras crear modelos más económicos, durables y compactos acorde a los nuevos tiempos. Para Gran Bretaña, la urgencia era mayor debido al poco éxito en cuanto a propuestas de locomoción. En una medida de urgencia, las fábricas Morris y Austin decidieron crear en conjunto un conglomerado que pudiera satisfacer sus necesidades: la British Motor Corporation (BMC). 

     La nueva marca tenía como principal objetivo la construcción de un auto pequeño, económico, de acorde a las necesidades de entonces. Alec Issigonis, entonces Jefe de Ingenieros de la BMC, tuvo a cargo tal tarea. Ya estaba listo el motor preparado por la misma fábrica tiempo atrás, y la idea que guardaba desde hacía años acerca de este auto, hizo que el nuevo modelo estuviera listo en poco tiempo. En 1957 se presentó el primer prototipo. Luego de varias modificaciones se lanzó una versión más definida un año después, pero se requería aligerar la potencia del motor porque el coche tenía algunos defectos en su manejo. Así, el 26 de agosto de 1959, la British Motor Corporation por fin lanzó al mercado el Austin Seven y el Morris Mini Minor, o simplemente Mini.


     Luego de varias presentaciones, donde el pequeño auto obtuvo las más diversas opiniones, un ingeniero llamado John Cooper presentó un proyecto a Issigonis para adaptar al Mini un motor deportivo. El motor fue elevado de 850 a 997 cc, era de doble carburación y como le dio algunos retoques naciendo así el Mini Cooper, el más famoso de todos, en 1961. Luego de dos años y 24860 unidades producidas, el Mini de John Cooper había alcanzado el éxito que tanto se había esperado con el primer modelo, no solo en ventas, sino en las competencias siendo múltiple ganador del Rally de Montecarlo con la versión de 998 cc, tal vez el Mini Cooper más exitoso de todos. 

     En 1964 se presentó el Mini Cooper S de 970, 1071 y 1275 cc, más potentes que sus predecesores. (Los tres partes de la membresía del Cooper MkI). La versión más popular fue la de 1275 cc, produciéndose más de 40000 unidades; mientras que las versiones de 970 (976 unidades entre 1964 y 1965) y 1071 (4031 en 1964) no alcanzaron las ventas esperadas. 

    En la segunda mitad de 1967 se reemplazaron todos los modelos por la nueva gama MkII, con algunos cambios pero sin el éxito de los MkI. En 1968 finalizó la producción del Mini Cooper de 998 cc, con más de 55000 unidades en su haber. Así finalizaba la era de oro de los Minis, no sin antes lanzar una tercera generación llamada Cooper MkIII, aunque sólo duró hasta 1971.


     Pero no sólo Cooper fue el único fabricante de Minis. Durante las siguientes dos décadas, una infinidad de Minis fueron construidas por una multitud de fabricantes en las más variadas versiones. Desde Gran Bretaña hasta Australia, pasando por Italia y hasta en Uruguay, más de 5 millones de Minis fueron esparcidos por el mundo entero. 

    En 1990 se producen 1000 unidades del llamado Cooper RSP (Rover Special Products), un coche que alcanzaba los 150 km/h. En 1991, este modelo fue reemplazado por uno con un motor más moderno electrónicamente; y aunque con ligeros cambios, esta versión perduró hasta el 2000, donde cesó su producción para siempre. 


    El nuevo milenio significó la verdadera nueva generación del Mini. Por primera vez el auto ha sido modificado en su totalidad, pero cuidando siempre el espíritu del modelo original. En el 2002, la versión S era un 1.6 litros capaz de andar hasta los 218 km/h, causando furor entre los antiguos y nuevos fanáticos. Hoy, el nuevo Mini Cooper tiene el protectorado de BMW, con lo que se asegura un largo futuro. Un digno representante de uno de los autos más populares de la historia.
VOLKSWAGEN ESCARABAJO

    El 30 de julio del 2003 marcó el fin de una era, en la fábrica Volkswagen de Puebla (México) se fabricó el último de los famosos Escarabajo, poniendo fin a casi sesenta años de producción ininterrumpida del llamado auto del siglo XX. 


     En medio de la nostalgia, se aprovechó la oportunidad para darle un merecido homenaje al Escarabajo número 21'529,464 en medio de mariachis y mucha prensa nacional y extranjera, en una ceremonia que pudo ver todo el mundo gracias al satélite. Esta unidad tiene un diseño especial, con todos los gadgets electrónicos que nunca tuvo durante sus gloriosos años, enchapada en cromo y con el escudo de Wolfsburg en el frente. Como es obvio, el último de los Escarabajos no será vendido, y terminará como pieza de exhibición en la ciudad alemana de Wolfsburg, sede de la fábrica matriz Volkswagen. 

      Y pensar que el número 1 fue presentado por Ferdinand Porsche a Adolfo Hitler en 1938. Aquí va la historia... 

     En 1933, Adolfo Hitler asume el poder en Alemania. A partir de entonces empezó en paralelo a sus terribles ideales fascistas una agresiva campaña de renacimiento industrial de su país, hecha añicos luego de la derrota en la Primera Guerra Mundial, con la intención de superar a sus enemigos ingleses y franceses. Uno de sus principales proyectos fue la de un medio de transporte económico, sencillo, fiable y capaz de llegar a los 100 km/h. 

   En 1936, Hitler llamó a un concurso entre diversos fabricantes alemanes para entregar un modelo acorde a sus requerimientos. Ferdinand Porsche entregó un curioso auto en forma de escarabajo de nombre KdFWagen. Este coche cumplía con todos los requisitos, siendo el factor económico fue muy ventajoso. Cada propietario del vehículo debía pagar 5 marcos alemanes semanales, haciéndolo un auto de fácil acceso al público: era un verdadero Volkswagen (auto del pueblo en alemán).


     Firmado el contrato, Porsche tuvo a disposición una nueva ciudad: la del vehículo KdF (conocido luego como el Tipo 1), el 26 de mayo de 1938. Pero no fue sino hasta terminada la Segunda Guerra Mundial cuando el primero fue entregado al público. El éxito fue inmediato, el auto utilitario fue tan popular que no tardó mucho en cruzar el Atlántico. Así, en 1953 el Escarabajo empezaba a fabricarse en Brasil y luego en México. La expansión alcanzó los cinco continentes. 

   Fusca en Brasil, Vocho en México, Maggiolino en Italia, Cochinelle en Francia, Kever en Holanda, Beetle en Estados Unidos o Käfer en Alemania; este inocente bicho fue construido en los más variopintos países, siendo Alemania y Brasil los principales; pero también se fabricaron Escarabajos en Irlanda, Yugoslavia, Bélgica, Portugal, Tailandia, Filipinas, Singapur, Australia, Malasia, Indonesia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Costa Rica, Venezuela, Uruguay, Perú, Nigeria y por último en México. Por otra parte, múltiples modelos especiales de éste se produjeron a lo largo de su historia, del cual se ganó una fama que todos conocemos (la última versión solo cuenta con 3000 autos, la denominada y super codiciada "Última Edición" cuenta con muchos arreglos especiales). 

    Es el auto utilitario por excelencia, aunque fue también el vehículo usado por John Lennon siendo además protagonista de más de una película, especialmente en la serie de películas Herbie de Walt Disney. 



   Los constantes avances de la tecnología hicieron del Escarabajo un vehículo obsoleto en comparación a sus rivales, muchos de ellos más baratos. A medida que pasaban los años, se hacía inevitable que tan sencillo auto debía ser reemplazado, pero a la vez surgía la leyenda del auto clásico, aquel que no podía ser dejado de producir porque simplemente era poner fin a la exitosa historia de un auto que todavía contaba muchos clientes dispuestos a adquirir uno. Aún así, en 1978 Alemania dejó de fabricarlo, Brasil hizo lo propio en 1996, siendo México el país encargado de producir las últimas unidades, a un precio aproximado de 8000 dólares cada uno prácticamente sólo para el consumo interno. 

     Y llegamos a la mañana de aquel miércoles 30 de julio del 2003. La última fábrica que construía este vehículo puso fin a esta saga legendaria, luego de hacer los últimos dos millones de unidades. Quien sabe si en el futuro a alguien se le ocurra reiniciar la producción, pero esa posibilidad es todavía muy lejana si tomamos en cuenta que el grupo Volkswagen admitió que volver a fabricar Escarabajos resultaría más caro que hacer un Porsche, ya que habría que reestructurar las plantas de ensamblaje. 

     Sólo nos queda por ahora disfrutar de los miles y miles de estos pequeños autos que todavía circulan por nuestras calles, y sentir envidia por aquellos que, habiendo manejado el Escarabajo siquiera una sola vez, formarán parte de la historia del automóvil.